Imágen tomada desde el centro de la piscina. Se aprecian los restos de la pérgola a punto de producir un accidente a quienes se pasean sobre ella desconociendo el riesgo.
¿Alguna duda de lo ruinoso y peligroso del lugar?
Mi intención, es lograr que las actuales ruinas de un popular balneario del siglo XX, sean transformadas en un área de esparcimiento digna y acorde con todo el borde costero de Viña del Mar.
La playa que estaba junto a la piscina, era de finas arenas y cuándo el mar estaba sereno, era realmente paradisiáca. Por este sector ingresaban unos famosos nadadores, llamados los Pingüinos. Invierno o verano, sagradamente ingresaban al mar y nadaban por horas. Aún quedan algunos descendientes, y me enorgullezco de conocerlos y haber nadado junto a ellos, eso sí, desde la playa de Caleta Abarca.